Querido
Yorgos, la izquierda europea está desaparecida (pero sin combate) o
ensimismada en sus laberintos (que tienden más que a revitalizar la
lucha de clases, a defender sus fronteras o crear otras nuevas, por si
hubiese pocas ya). En fin, que preocuparse de lo que pasa en el resto
del mundo, y más de un tal Bernie Sanders, eso es pedirnos mucho; aquí
en España, estado español, o península ibérica, menos Portugal, Andorra
y Gibraltar, solo nos interesa lo que pasa un poco más allá de nuestro
pueblo y de nuestros pequeños territorios nacionales; ya te lo he dicho
alguna vez, en estos momentos es mucho pedirnos que nos preocupemos por
temas relacionados con la lucha de clases internacional, ni siquiera las
que afectan al espacio europeo, que teóricamente es el nuestro.
La verdad es que nos da igual, el avance del fascismo en Europa o la
interesante aparición de un fenómeno como el de Sanders en USA; ni
siquiera nos interesa ni poco ni mucho lo del Tratado de Libre Comercio
en marcha, el famoso, por fin, TTIP... O mira qué está pasando con los
millones de refugiados apiñados y maltratados en nuestras fronteras;
España solo ha acogido a 18 refugiados, ¿crees que ha suscitado esto
alguna reacción de las izquierdas españolas?, como si no fuese con
nosotros... En realidad, solo nos interesa si vamos a tener grupo
parlamentario o no en el Congreso y si se va a oír la voz de nuestro
barrio o de nuestra tierra chica, que decimos, en él; o de si hacemos
país o no, o de si tenemos identidad o no... En fin, estas cosas son las
que nos quitan el sueño (parece el siglo XIX con las burguesías
nacionales revoltosas, pero no, es el siglo XXI; estamos como parados en
un tiempo histórico en tierra de nadie o en la inopia, no se sabe). La
lucha de clases internacional, desde luego, no nos quita el sueño (salvo
a algunos locos que pensamos que los trabajadores no tenemos patrias;
que nuestra única patria son nuestros hermanos de cualquier parte del
mundo, que los amos son los mismos amos hablen la lengua que hablen o
tengan las banderas que tengan; vamos, una locura trasnochada y demodé
eso de sentirse realmente una sola clase universal, sin patrias ni
banderas).
Perdona, compañero, que sea tan negativo, pero, créeme, así de
desoladoramente autista es el panorama de la izquierda por estos pagos.
Y, con todo, merece la pena seguir insistiendo en que lo que sucede a
los trabajadores griegos, nos sucede a todos, y lo que sucede a los
trabajadores USA, nos sucede también a nosotros... Hay un bellísimo film
de Jean Renoir que deberíamos volver a ver todos, creo, es La grande illusion (de 1937), sobre la ilusión de las patrias y de las banderas,
que Renoir hizo, y no casualmente, cuando las brigadas internacionales
estaban llegando a luchar en una guerra de clases (que decían civil)
simplemente porque sus hermanos españoles los necesitaban.
Bueno, basta ya. Quizás no sea todo esto sino los fantasmas de un viejo
comunista libertario que cree aún en la lucha internacional de clase.
Salud y un fuerte abrazo (seguimos)
Matías
4 de mayo de 2016
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