Cuando los robots hagan todo el trabajo, ¿cómo vivirá la gente?

 

Por Tom Watson (The Guardian)

Traducción de Enrique Prudencio para Zonaizquierda.org

 

 

La tecnología producirá un cambio profundo, imparable en la industria y la sociedad. Es vital que el gobierno comprenda este hecho y lo afronte con una nueva estrategia industrial acorde con la nueva situación.

'Deloitte” afirma que la automatización ha eliminado ya 800.000 empleos desde 2001 y que en el Reino Unido once millones de trabajadores tienen una alta probabilidad de ser sustituidos por la robótica en la próxima década.

Se espera que George Osborne (George Gideon Oliver Osborne es un político británico del partido Conservador y miembro del parlamento del Reino Unido), cuando anuncie en su presupuesto la próxima semana que los camiones sin conductor serán probados en carreteras del Reino Unido. Al hacerlo, anunciará la llegada de una nueva era de automatización que tendrá un efecto dramático, profundo y extenso en las perspectivas laborales de muchos millones de trabajadores británicos.

El Bank of América afirmó recientemente que los sistemas automatizados realizarán casi la mitad del trabajos de manufactura dentro de una generación, ahorrando unos asombrosos 9 billones de dólares en costes laborales. Los efectos de este cambio tecnológico serán tan profundos y de tan largo alcance como los de la primera revolución industrial.

La “primera secretaria de Estado en la Sombra en la sombra”, Angela Eagle, presentará la respuesta de mi partido a las enormes turbulencias sociales y económicas que estos acontecimientos marcarán, y creo que una nueva estrategia industrial debería ser el núcleo de esa respuesta. Si alguna vez hubo un tiempo para una política sostenida por nociones del estado de empoderamiento que se repita ahora.

¿Podrán los robots guiados por los drones reemplazar a las personas que recogen los residuos urbanos?

La pregunta que se nos plantea como nación es ¿cómo nos defendemos contra estos enemigos que nos roban nuestro medio de vida? No podemos dejarlo al albur del destino, como lo están haciendo el actual canciller y sus colegas del Departamento de las Empresas. Demasiados altos conservadores piensan que son impotentes para actuar
envuelven su impotencia en el libre mercado la libertad de económica y político, la libre empresa y rezan a los dioses del paraíso del libre mercado. Ellos evitan la intervención del gobierno y del Estado, y rechazan la mayoría de las nociones de una nueva estrategia industrial.

Deloitte, la firma de consultoría, ha afirmado que la automatización, a cambio de un beneficio neto para la economía del Reino Unido, ha eliminado 800.000 puestos de trabajo desde 2001. Nunca hemos visto tal cambio en el paisaje del mercado de trabajo. Creo que las consecuencias potenciales son tan grandes y perversas que debemos considerar la automatización como el problema más urgente que enfrenta el país. Entonces, ¿por qué no interviene el gobierno?

No hay ministerio para la nueva tecnología. No se ha creado ningún comité especial del gabinete para encontrar soluciones. No existe una comisión real para examinar y valorar el impacto económico que tendrán los robots o los dilemas éticos que plantearán. ¿Dónde está la nueva institución que reúne a los sindicatos, los empresarios y el gobierno para establecer cómo se comparte equitativamente el tiempo liberado y la riqueza creada por los robots?

Un robot que conduce un camión puede parecer peligroso, como pasó con un carro sin caballo en 1890. Pero un coche sin conductor no se cansa, ni bebe alcohol, ni tiene puntos ciegos. Las implicaciones políticas planteadas por esta tecnología son casi infinitas. Las muertes en las carreteras deberían reducirse. Esto conducirá a una mayor eficiencia en nuestras redes de carreteras existentes, ya que los automóviles se convierten en trenes personales, conduciendo cada vez más cerca de nuestras autopistas; Habrá enormes mejoras en los plazos de entrega de mercancías y una mayor competencia con el sector ferroviario. Pero también significará un desalojo masivo de empleos en la industria del transporte.

Sólo necesitamos mirar el pasado para entender la magnitud del cambio que vendrá. La primera, la de la era del maquinismo desencadenó el asombroso poder del capitalismo y cambió la sociedad para siempre. Nuestras ciudades y megalópolis están moldeadas por la revolución industrial. Nos trajo los ferrocarriles, que fueron duramente combatidos por las comunidades rurales y poderosos terratenientes. Se construyeron grandes ciudades, con sus ayuntamientos, bibliotecas, galerías, museos, estatuas públicas y grandes plazas.

Urge que el gobierno investigue el impacto de los robots en la fuerza laboral británica.

La ola del maquinismo y la industrialización creó gran riqueza, filantropía y grandes avances en la condición humana. Pero también creó una enorme agitación y una enorme miseria: el trabajo infantil; enfermedades infecciosas; Lesiones laborales; Tugurios fétidos; Y la mortalidad infantil. Se necesitó una amalgama de liderazgo municipal, capitalismo benevolente y la fuerza colectiva de los trabajadores para civilizar este nuevo panorama económico. Pero hubo enormes cambios en la vida de millones de personas. En un momento se estaban desplegando más soldados británicos para tratar con los llamados luditas (artesanos y trabajadores manuales) que destrozaron la nueva maquinaria que para luchar contra Napoleón.

Hoy en día, los sensores y actuadores, junto con los avances en computación, memoria y capacidad de comunicación, están haciendo cada producto más inteligente. Los resultados serán positivos para la vasta masa de la población mundial, trayendo el conocimiento, las conexiones y la elección del consumidor a miles de millones...

 

4 de marzo de 2017

 

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Fuente: https://www.theguardian.com/commentisfree/2016/mar/08/robots-technology-industrial-strategy

 

 

 

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